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Ya desde hace varias décadas se viene alertando de las consecuencias medioambientales negativas que tiene la globalización y el desarrollo económico. La industrialización y el crecimiento de la población acarrean, precisamente, una serie de problemas para la sostenibilidad. Afortunadamente, contamos ya con una serie de ejemplos de desarrollo sostenible en los que podemos fijarnos.

Promover el desarrollo sostenible es una de las grandes apuestas de nuestra sociedad actual. Una apuesta en la que el progreso social, el equilibrio medioambiental y el crecimiento económico van de la mano. ¿El objetivo? Proteger el planeta y garantizar el bienestar de todas las personas.

Ejemplos de desarrollo sostenible

Pero para la ejecución de un verdadero desarrollo sostenible, es necesaria la participación y la implicación activa de todas las personas, las empresas, las administraciones y los países de todo el mundo. La idea es garantizar que todas las personas tengan las mismas oportunidades y puedan disfrutar de una vida mucho más placentera sin afectar a la salud del medio ambiente.

He aquí algunos ejemplos de desarrollo sostenible que se están llevando a cabo en todo el mundo.

Las plantas de energía solar

Las plantas de energía solar, conectadas o no a la red eléctrica, para autoconsumo ya son toda una realidad en hogares y empresas de todo el mundo. Este tipo de energía renovable reduce la huella de carbono, no contamina y te permite el máximo ahorro tanto económico como energético. Además, al disminuir la necesidad de los combustibles fósiles se conservan mejor los recursos naturales.

Parques eólicos

Otro de los grandes ejemplos de desarrollo sostenible actuales son los parques eólicos, que pueden ser tanto terrestres como marinos. Aquí nos encontramos con una serie de aerogeneradores que convierten las corrientes de aire en energía eléctrica. Los enormes molinos disponen de turbinas y palas que, al ser golpeadas por el viento, giran para mover el eje que está conectado con el generador.

Agricultura ecológica

La agricultura ecológica optimiza los recursos para no tener que emplear productos químicos. De esta forma, no solo se obtienen alimentos orgánicos. También se logra conservar la fertilidad de la tierra y se respeta el medio ambiente. De hecho, al no usar productos químicos se preservan mejor los nutrientes esenciales del suelo. Uno de los más claros ejemplos de desarrollo sostenible actuales.

Vehículos eléctricos

Aunque su implantación en el mercado aún no es la esperada, los vehículos eléctricos reducen en casi un 50% la huella de carbono con respecto a los vehículos convencionales con gasolina. Un dato muy significativo si tenemos en cuenta que el transporte por carretera representa en nuestro país el sector con más emisiones de gases de efecto invernadero.

Aprovechamiento del agua de lluvia

Por último, hay que hablar del aprovechamiento del agua de lluvia, una alternativa sostenible frente a los problemas del desarrollo urbano y el cambio climático. Este es uno de los ejemplos de desarrollo sostenible con el que se combate la escasez de agua en el mundo y la contaminación de las fuentes naturales. El agua recogida se podrá reutilizar en diversas actividades humanas y económicas.