Los residuos generados por una empresa se pueden clasificar en diferentes categorías. Los más habituales son los residuos orgánicos, los inorgánicos, los peligrosos y los esenciales. Cada empresa debe llevar a cabo medidas de gestión de residuos para evitar que tengan un impacto negativo para el medio ambiente.
Los residuos orgánicos son los que proceden de la actividad de la empresa (restos de alimentos, papel, cartón, etc), mientras que los inorgánicos son aquellos que no tienen un origen orgánico (vidrio, metal, plástico, etc.). Ambos suelen ser los más habituales, aunque no podemos olvidarnos de los residuos peligrosos, aquellos que pueden llegar a ser nocivos para la salud humana (productos químicos, pilas, baterías, etc.).
¿Cómo se define la gestión de residuos?
La gestión de residuos es el proceso de planificar, implementar, operar y controlar todo lo relativo al manejo de residuos de forma segura y eficiente. En dicha gestión se incluyen la recogida, el transporte, el tratamiento y la disposición final de los residuos, además de todos los posibles riesgos que vienen asociados con este proceso. El servicio de gestión de residuos deberibados de actividad empresarial, es fundamental.
La gestión de residuos incluye también la promoción en la reducción de residuos y el reciclaje y el compostaje para reducir la cantidad de residuos que deben ser tratados y desechados.
Todo este proceso es muy importante por varias razones. En primer lugar, ayuda a proteger el medio ambiente al reducir la cantidad de residuos que se depositan en vertederos y al promover el reciclaje. Por otro lado, la gestión de residuos también contribuye a proteger la salud humana al minimizar la exposición a los riesgos relativos con los residuos peligrosos. Todo ello sin olvidar que ayuda a reducir los costes al maximizar la eficiencia de los sistemas y procesos.
¿Qué tipos de gestión de residuos existen?
Actualmente, existen una serie de tipos de gestión de residuos que se llevan a cabo. Los más habituales son los siguientes:
- Gestión de residuos sólidos: consiste en el manejo de los residuos sólidos urbanos y comerciales (papel, vidrio, plástico, metal, etc.). Este tipo de gestión incluye la recogida, el transporte, el tratamiento y el uso final de los residuos.
- Gestión de residuos peligrosos: aquí se alude al manejo de los residuos considerados tóxicos y perjudiciales para el medio ambiente (productos químicos, pilas, baterías, etc.). Hay que señalar que estos residuos requieren de un manejo especializado y una disposición adecuada para evitar daños.
- Gestión de residuos sanitarios: alude a la manipulación de los residuos procedentes de centros hospitalarios y que tienen un alto riesgo biológico. Al igual que los anteriores, deben ser clasificados, ordenados y almacenados correctamente para su eliminación.
- Gestión de residuos industriales: los procesos de fabricación y producción de las industrias generan una gran cantidad de residuos. Para la eliminación de estos, se emplean procedimientos físicos, químicos, biológicos o térmicos.
Para la correcta gestión de algunos de estos residuos, se requieren diferentes tipos de contenedores especializados para los mismos. Además de la obligación de cumplir ciertos requisitos, estos contenedores requieren reparaciones y mantenimientos especializados para poder cumplir sus funciones.
¿Qué técnicas se emplean para gestionar residuos?
Una de las técnicas más comunes que se emplea para gestionar residuos es la de la recogida selectiva. Consiste en separar los residuos en diferentes categorías (orgánicos, inorgánicos, peligrosos, etc.) para facilitar su tratamiento y reciclaje.
Del resto de técnicas utilizadas, habría que destacar especialmente:
- Compostaje: transformar los residuos orgánicos en abono mediante un proceso biológico controlado.
- Reciclaje: convertir los residuos en materiales nuevos a partir de una serie de procesos industriales.
- Digestión anaerobia: tratar los residuos, especialmente los residuos orgánicos de origen animal, en ausencia de oxígeno con el objetivo de generar biogás y fertilizantes.
- Técnica de vertedero: depositar los residuos en un lugar específico y sellarlos para evitar la contaminación del suelo y el agua.
Elegir una u otra técnica para la gestión de residuos dependerá, fundamentalmente, del tipo de residuo que tengamos y su origen.