El cuidado del medio ambiente y la reducción de residuos son dos tareas fundamentales que debemos tener muy en cuenta. Afortunadamente, cada vez son más las personas y empresas que apuestan por un consumo y una producción sostenible. En este contexto, vamos a conocer hoy qué son los plásticos biodegradables y cuáles son sus tipos.
La sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente son dos pilares fundamentales en la política de empresa del Grupo GADISA. A lo largo del año, llevamos a cabo numerosas acciones con el objetivo de beneficiar el estilo de vida de las comunidades que nos rodean y respetar el medio ambiente.
¿Qué son los plásticos biodegradables?
Los plásticos biodegradables son aquellos que están fabricados con materias primas renovables. Un tipo de plástico que se desintegra en pocos años mediante la acción del medio ambiente (no como el plástico convencional, que tarda unos 100 años aproximadamente).
En determinadas condiciones de temperatura y humedad, estos plásticos son consumidos por los microorganismos. Durante este tiempo, entran en un proceso de oxidación que favorece su conversión en agua, dióxido de carbono y biomasa. Por tanto, no dejan residuos en ningún momento.
Diferencias entre plásticos biodegradables y no biodegradables
El plástico no biodegradable está fabricado con elementos químicos perjudiciales para el medio ambiente cuando se desintegra. Estos plásticos contienen, por ejemplo, carbono, que se libera a la atmósfera cuando el plástico se desecha y se descompone. Además, estos plásticos también están fabricados con petróleo, metano y otras formas contaminantes.
Los plásticos biodegradables, por su parte, están fabricados con materias primas orgánicas y renovables. Un material que se degrada por la acción de microorganismos naturales como hongos, bacterias y algas. La mayoría de estos plásticos están formados por materiales orgánicos (almidón, celulosa, etc.) que no resultan perjudiciales para el medio ambiente.
Tipos de plásticos biodegradables
La clasificación general de los plásticos biodegradables divide a estos en dos tipos principales:
- Bioplásticos.
- Plásticos fabricados con aditivos biodegradables.
Veamos, a continuación, en qué consisten uno y otro y cuáles son sus principales características.
Bioplásticos
Los bioplásticos son los plásticos que se obtienen a partir de materias primas renovables. Son, por tanto, polímeros naturales que se fabrican con residuos agrícolas, celulosa, almidón de patata o de maíz, etc. Se caracterizan por ser 100% degradables y son igual de resistentes y versátiles que los plásticos convencionales.
Entre las ventajas de los bioplásticos, hay que destacar que reducen la huella de carbono y suponen un importante ahorro energético en la producción. Al mismo tiempo, no consumen materias primas no renovables ni contienen aditivos perjudiciales para la salud. Finalmente, los bioplásticos no modifican en ningún momento ni el sabor ni el aroma de los alimentos que conservan.
Plásticos con aditivos biodegradables
El segundo tipo de los plásticos biodegradables es el de los plásticos con aditivos biodegradables. Hablamos aquí de aquellos plásticos que no se fabrican 100% con materias primas renovables, sino que más bien se componen de diversos elementos petroquímicos que mejoran su estado de biodegradación.
La biodegradación oscila entre el 90% y el 100% dentro de 250 días en contacto con el entorno microbiano anaeróbico. Y será también del 90% – 100% a los 310 días en un entorno microbiano aeróbico. Al igual que los anteriores, poseen un grado de resistencia y durabilidad muy similar al de los plásticos convencionales.
La importancia de los plásticos biodegradables en el sector alimentario
Los plásticos biodegradables son productos que promueven la economía circular y el cuidado del medio ambiente. Fabricados mediante materiales de origen vegetal, son totalmente sostenibles y poseen un diseño funcional y estético muy cómodo y fácil de utilizar por parte del consumidor.
A su vez, este diseño permite realzar la marca, añadir valor al producto y captar la atención del usuario. Con este tipo de plástico es posible seleccionar el envase para que el alimento se conserve mejor y permita un transporte y un almacenaje mucho más cómodo y seguro. De ahí la importancia de los plásticos biodegradables en el sector alimentario.